Relaja cuerpo y mente
Ayuda en la liberación de tensiones y reducción del estrés, tanto físico como emocional. Provee una relajación profunda.
El Shiatsu es una terapia manual de origen japonés que pretende equilibrar cuerpo, mente y emociones a través de un masaje relajante. Es considerado como la Acupuntura sin agujas. El terapeuta utiliza los pulgares y las palmas de las manos para realizar presiones en distintas partes del cuerpo, según el desequilibrio que exista.
Su propio nombre significa, literalmente, ‘presión con los dedos‘ y tiene múltiples beneficios, ya que actúa tanto a nivel osteomuscular como de sistema nervioso. Es un masaje que beneficia la circulación sanguínea, linfática, el sistema inmunológico, hormonal… Es profundamente relajante y muy indicado contra el estrés y la ansiedad.
El Masaje Shiatsu tiene cómo peculiaridad que se realiza con la ropa puesta y por lo tanto no se usan aceites. La finalidad de esta técnica es que la persona recupere el equilibrio, siendo de gran ayuda para conseguir una relajación profunda.
50€ / sesión de 1 hora.
La finalidad del masaje shiatsu es movilizar la energía que se encuentra bloqueada a través de presiones, balanceos, estiramientos y contactos. Se trabaja la globalidad del cuerpo, siguiendo de forma ordenada los canales energéticos (meridianos) por donde circula la energía (chi).
Son técnicas que buscan equilibrar la energía corporal y potenciar los procesos naturales de autocuración y bienestar. El shiatsu permite que la energía fluya por el cuerpo sin obstáculos ayudando a prevenir y protegerse de enfermedades. Para lograrlo el terapeuta presiona sobre diferentes puntos energéticos del cuerpo, estimulando la correcta canalización energética.
El masaje shiatsu trata el cuerpo en su totalidad. Se realizan presiones sobre el cuerpo para movilizar la energía corporal tratando los puntos denominados “meridianos” por donde circula la energía vital y trata el órgano o parte del cuerpo dolorida.
Cualquier bloqueo o estancamiento de energía dentro de los meridianos puede provocar enfermedades físicas, psicológicas y emocionales. El Shiatsu ayuda a equilibrar la energía en todos los niveles, a través un tratamiento musculo-esquelético clínicamente terapéutico y profundamente relajante.
Diagnostica enfermedades centrándose en el los meridianos y los puntos energéticos, tanto por exceso como por carencia energética, trabajando todo el cuerpo.
El término “Shiatsu” (指圧) significa “presión con el dedo”. Precisamente, esto describe la técnica, pues la misma consiste en aplicar presión con los pulgares y las manos sobre los puntos de presión del cuerpo.
El masaje shiatsu no tiene un origen único. Esta técnica sintetiza diferentes prácticas y conocimientos orientales – principalmente de Japón, pero con influencias de China – que buscan el equilibrio corporal.
Su origen de hecho es relativamente reciente, data de principios del siglo XX gracias a Tokujiro Namikoshi que buscó una técnica que liberara los desequilibrios energéticos de cuerpo y mente buscando amplios beneficios. Aunque la palabra Shiatsu sea bastante reciente (siglo XX), las influencias que llevaron a la creación del Shiatsu actual son milenarias.
Por un lado el Shiatsu tiene influencia del masaje tradicional Amma (o Anma), del masaje Ampuku (masaje del vientre) y también de prácticas energéticas como el Do in (automasaje energético) que podemos encontrar en ciertos artes marciales y también en el Tai chi o el Chi Kung. Con la llegada a Japón de la Medicina Tradicional China y más tarde la medicina actual occidental, el masaje Amma adquirió un aspecto más energético y terapéutico (como la acupuntura) y evolucionó a lo que hoy conocemos como Shiatsu.
En Japón, el Shiatsu está reconocido como medicina desde 1955 y el ministerio de sanidad de Japón lo define como: “Tratamiento que, aplicando unas presiones con los dedos pulgares y las palmas de las manos sobre determinados puntos corrige irregularidades, mantiene y mejora la salud, contribuye a aliviar ciertas enfermedades (molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos, etc.), activando así, la capacidad de autocuración del cuerpo humano.”
Ayuda en la liberación de tensiones y reducción del estrés, tanto físico como emocional. Provee una relajación profunda.
Mejora la salud y la vitalidad general. Promueve también un estado de claridad mental.
Ayuda a aliviar dolores físicos como de espalda, lumbago, articulaciones, rigidez… ¡también tonifica los músculos!
Canaliza las emociones excesivas (tales como tristeza, ira, miedo, preocupación…)
Ayuda a mejorar el sueño, digestión u otros trastornos fisiológicos. También aumenta el rendimiento físico.
Regula también el sistema nervioso y hormonal (fertilidad, síntomas premenstruales, dolores de cabeza).
El Shiatsu es para mi una forma de enseñar a ganar consciencia, de dar espacio y herramientas al receptor para que pueda evolucionar, dando apoyo y un marco de confianza.
El Shiatsu te permite tener espacios de paz y espacios de encuentros contigo mismo, porque al final eres tú mismo, yo simplemente te acompaño para que eso pase.
En una sesión de masaje Shiatsu, el recibidor permanece vestido de manera cómoda, y se realiza sobre un futón en el suelo.
Una vez el recibidor está acomodado en la postura correcta, el terapeuta del Shiatsu realiza una movilización del cuerpo y sus energías. Con esto, pretende reconocer las zonas problemáticas para, luego, aplicar el masaje con una ligera presión.
El objetivo final es “movilizar” esa energía bloqueada mediante las presiones y estiramientos, siguiendo de forma ordenada los canales energéticos hasta proporcionar sensación de relajación y alivio.
Cada sesión está adaptada a la persona y a su estado en el momento mismo del encuentro.
Es una sesión de entre 1h y 1h 15 minutos.
En ocasiones se percibe que al efectuar presión sobre un punto aparece dolor, lo que se explica como detención del Chi del tejido correspondiente; con las periódicas sesiones de Shiatsu el malestar debe ir desapareciendo lo cual revelará un regreso a la normalidad del flujo energético.